Para muchas personas, una endodoncia puede causar sentimientos de ansiedad y miedo. Los tratamientos de conducto tienen el estigma de ser procedimientos largos y dolorosos que pueden ser bastante incómodos de soportar. Esta publicación abordará algunos de los conceptos erróneos comunes sobre los conductos radiculares para aliviar sus preocupaciones.
Mito #1: Los conductos radiculares duelen... ¿verdad?
Alrededor de dos tercios de los estadounidenses citan el miedo al dolor como la principal preocupación relacionada con un tratamiento de conducto. Sin embargo, con las técnicas modernas de anestesia local (como la novocaína), los conductos radiculares son en su mayoría procedimientos indoloros, similares a lo que sentiría con un empaste dental. Además, los endodoncistas tienen experiencia en el manejo del dolor de muelas y, en general, pueden mitigar el dolor intenso rápidamente.
Mito n.° 2: No puedo tener un tratamiento de conducto cuando tengo una infección.
En realidad, cuando está experimentando dolor por un diente infectado, es apropiado hacerse una endodoncia. El tratamiento de conducto a menudo aliviará el dolor que está experimentando debido al diente infectado. El tratamiento de conducto es necesario cuando el daño al diente ha penetrado las capas externas del esmalte y la pulpa de un diente (que incluye los nervios) se ha inflamado o infectado. Si no se trata, la infección solo empeorará.
Mito #3: Los tratamientos de conducto pueden enfermarlo.
Hay mucha información errónea en Internet sobre cómo una endodoncia puede causar enfermedades o hacer que sea más fácil enfermarse en el futuro. Según la Asociación Estadounidense de Endodoncistas, esta afirmación se basa en un estudio de investigación mal diseñado de un siglo de antigüedad que ha sido desacreditado durante mucho tiempo. No ha habido evidencia científica que vincule el tratamiento de conducto con el desarrollo de enfermedades en otras partes del cuerpo.
Mito #4: Los tratamientos de conducto requieren múltiples citas largas.
Con las técnicas modernas, la mayoría de los tratamientos de conducto se pueden realizar en una sola visita de 60 a 90 minutos. Si bien algunos tratamientos de conducto requieren dos citas, esto ocurre en casos específicos según el tipo y la gravedad de la infección presente. Para mejorar la eficiencia para los pacientes y minimizar la necesidad de múltiples visitas a diferentes consultorios, hemos agregado un endodoncista a nuestro equipo.
Mito #5: Es mejor sacarse un diente que hacerse un tratamiento de conducto.
No es aconsejable simplemente extraer un diente infectado sin reemplazarlo con un implante porque los dientes restantes se moverán y su mordida podría verse afectada.
Cuando sea posible, la mejor solución es siempre salvar su diente natural. El tratamiento de conducto tiene una alta tasa de éxito y la mayoría durará toda la vida. Extraer y reemplazar su diente natural con un implante (si bien es un gran éxito), por lo general requiere más tiempo, tratamiento y gastos. y otros procedimientos.
Mito #6: Un tratamiento de conducto elimina las raíces del diente.
Cuando se realiza una endodoncia, el dentista eliminará el tejido infectado o inflamado dentro de la corona y dentro de las raíces, llamado pulpa, junto con el nervio del diente. Las raíces mismas se dejan en su lugar. Debido a que anclan los dientes a la mandíbula, es importante dejar las raíces intactas.
Mito #7: No necesito un tratamiento de conducto porque no tengo dolor de muelas.
Los dientes que necesitan endodoncia no siempre causan dolor. A veces, los dientes están infectados y el cuerpo ha creado formas de lidiar con el dolor. Su dentista o endodoncista puede detectar cuándo se necesita una endodoncia, ya sea antes de que los dientes se vuelvan dolorosos, o cuando hay una infección no dolorosa pero crónica.
Mito n.º 8: una vez que se realiza el tratamiento de conducto, mi diente está arreglado.
La endodoncia es solo la primera parte para devolverle la salud a su diente. Después de un tratamiento de conducto, el diente recibe un empaste temporal. Se necesita una restauración permanente una vez que el empaste temporal ha estado en su lugar durante dos o tres semanas. Podemos explicar las alternativas para una restauración permanente después de la endodoncia. Si bien una corona es la solución más común, una incrustación de porcelana es una alternativa segura que conserva más de su estructura dental natural.